23 de septiembre de 2016

Paseo triunfal de Dani Martín por las calles de Madrid presentando su nuevo disco


Dani Martín ha actuado en directo desde su autobús en la plaza de Callao.

EL PAÍS. 

El título de su último álbum es La montaña rusa, pero lo de Dani Martín de ayer fue un recorrido inequívocamente ascendente. A ratos, incluso, bordeando la apoteosis. Desde las siete de la tarde y durante tres horas, su autobús descapotable (el mismo que utilizan el Madrid y el Atlético cada vez que toca fiesta) recorrió el trayecto entre Plaza de España y la Puerta de Alcalá, con escalas en Callao, Cibeles, Goya y Serrano, para dar a conocer en riguroso directo las canciones de esa tercera criatura discográfica en solitario.

El autor de Las ganas o Los charcos llevaba con "ganas de organizar una buena en plena calle" desde junio de 2006, cuando con El Canto del Loco intentó una celebración similar desde Gran Vía a Castellana. Aquello acabó medio en fiasco: la comitiva no gozaba de todos los permisos y la policía municipal abortó el recorrido. Anoche, en cambio, todo fueron parabienes, risas, alborozo, excitación. "Veníamos organizando esto desde marzo, cuando nos lo sugirió Dani y lo asumimos como un reto precioso", revelaba Gemma Molero, de la discográfica Sony Music, máxima responsable del tinglado. "Hemos tenido que rellenar docenas de papeles y presentar bien el proyecto ante el área de Seguridad del Ayuntamiento. Bueno, y coordinar el trabajo de más de 50 personas, entre cámaras y producción, por todo el recorrido...".

A las 20.04 horas, cuando el bus 'customizado' de Martín asomaba por Callao y el artista de chupa vaquera y ojos azulados adoptaba su gesto más travieso, algunos —y no digamos ya algunas— llevaban ya un par de horas merodeando por la plaza. Los primeros, por motivos logísticos, fueron Ricardo (20 años) y Carlos (24), esos azafatos bien plantados de la agencia Doble L que portaban un paraguas y un cartelón para señalar la "Dani Martín bus stop" (sic). "No paran de preguntarnos horario y recorrido, y a estas alturas deben habernos hecho ya más de cien fotos", referían entre sonrisas. ¿Alguien les confió, aprovechando la tesitura, su número de teléfono móvil? "No, por ahora no. Palabra". Risas.

Pero no todos eran jovenzanos o millenials en la plaza. Entre las más madrugadoras también figuraba Montse, de 48 años, una mujer de Ciudad Real que convenció a tres compañeras de su oficina de seguros para pegarse un garbeo por el centro. Aunque ninguna de las tres se consideraba fan, se las veía tan panchas en su condición de acompañantes. "El Canto del Loco ya estuvo bien, pero en solitario Dani me llega más. Cuenta historias de la vida normal, cosas que te podrían pasar a ti o a cualquiera", diagnosticaba la ciudadrealeña mientras Paqui, una de sus amigas, proponía a los hermanos de Estopa que organizasen un tinglado similar.

También el rubio Adrián, de 17 años, se las daba de poco 'martinólogo', pero a Ana y Clara, sus compañeras de segundo de bachillerato en el instituto Santamarca, no les costó mucho que se incorporara a la expedición. Necesitaban compañía para sobrellevar los nervios; sobre todo Ana, que acababa de desembolsar 16 euros para hacerse con su ejemplar de La montaña rusa. "Tenía 20 eurillos apartados para el disco desde hace un mes. Me encanta Dani. Aún recuerdo el concierto del 23 de mayo de 2014 en el Palacio de los Deportes. Tengo muy buena memoria para recordar las fechas de las cosas bonitas". ¿Una frase para el estado del 'guasap'? "Elegiría la de Que el payaso de tu circo sea yo. Me acabas de dar la idea: voy a ponerla ahora...".

Algunos han querido tomar los cielos. Martín, el mismo que se define como "el hijo de Manolo y Carmen", prefirió anoche conquistar las calles. Las de su Madrid, claro, puestos a conquistar. "Que seáis felices. ¿Os venís con nosotros?", dictaminó a las 20.12 ante una plaza que ya era en ese momento un reto de primer orden para agorafóbicos. Y algunos —y no digamos ya algunas— le tomaron la palabra.

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